Tiempo de altibajos

Me vais a perdonar que en la publicación de esta nueva entrada no me ciña estrictamente, aunque en parte veréis que tiene relación, a los parámetros con los que decidí abrir este blog. Tengo una buena amiga, bloguera como yo, que se ha estado planteando seriamente “echar el candado” a su bitácora. Esto me ha hecho reflexionar sobre el sentido de mantener vivo el espíritu de estos espacios digitales en los que dejamos noticias, opiniones, vivencias, ilustraciones, recuerdos y un largo sinfín de aportaciones que a todos nos gustan y entretienen. Obviamente la libertad de elegir temáticas para un blog da infinitas opciones de enfocarlo. Otro asunto es el “qué” y el “cómo” abordar el tema elegido. El blogger o bloguero pasa, sin lugar a dudas, por varios estados de ánimo durante la administración del mismo. "Euforia" es la palabra que mejor define los primeros días, e incluso meses, de vida de un blog. Hasta los lectores se sienten más animados a comentar los artículos publicados; es la novedad. Luego se pasa por momentos en que la participación decae, pero no por ello dejan de visitar la página. Entonces es cuando el blogger puede llegar a caer en el hastío. Al fin y al cabo un blog o bitácora se alimenta de los comentarios de sus lectores, sin comentarios perdería la mayor parte de su esencia.

Y es que Erla es indiscutiblemente un pueblo de blogueros. Prueba de ello son los numerosos blogs relacionados, en mayor o menor manera, con nuestro pueblo. Desde aquel primer Macondo (que confío en que algún día vuelva a ser retomado) pasando por Astún, pasajes de una vida, El Barrio del Aire o Los Ojos del Silencio, muchos son los comentarios y respuestas que se han dejado en estos espacios. Un pueblo tan pequeño como Erla puede decir con orgullo que tiene al menos media docena de espacios en la red digital dedicados al mismo. Y cuantos más sean mucho mejor, es bueno que se hable de nuestra localidad. Quién sabe si al leer estas líneas alguien se anima y nos da una sorpresa.

Con todo esto sólo quería animar a mi amiga, al principio citada, a que siga con su blog, es una buena manera de tener la mente en funcionamiento y hacer disfrutar a los demás con sus vivencias comunes (a mí me pilla lejos de su tiempo pero disfruto como el que más con sus escritos).

También quiero animar a todos los que visitáis los blogs relacionados con Erla a que participéis más activamente para que ninguno de los administradores de estos espacios puedan caer en el desánimo.

Erla está muy viva en la red.